miércoles, 9 de febrero de 2011

Arco.

El sol salió a la mañana
y se preguntó el porqué.

El cielo hizo silencio,
y se puso tornasolado,
sin memoria ni recuerdos,
sin vacío desalmado.

El sol levantó al día
y se preguntó el porqué.

La tierra hizo silencio
pero se puso de colores,
llena de voces y pasos
y piedras y flores.

El sol cayó a la tarde
y se preguntó el porqué.

La luz hizo silencio
y se vistió de noche,
y le siguió hasta el final
más allá del horizonte.

El sol se llevó al mundo
y se preguntó el porqué.

martes, 8 de febrero de 2011

El otro día.

El otro día vi pasar a una mujer
enredando en sus cabellos
a los hilos rojos del atardecer
del horizonte a los destellos.

No me atreví a preguntarle
de qué lugar era que venía,
pues sus pasos hacían alarde
de la más fugitiva hechicería.

No era joven, ni era bella,
pero hablaba como si supiera
los nombres de las estrellas,
y el secreto de sus lumbreras.

El otro día la ví pasar,
y dejé que se fuera,
pues no era mi lugar
digno de que se detuviera.

lunes, 7 de febrero de 2011

Pasos Perdidos.

Dichosos los pasos
que cruzan la memoria
como si fueran paseantes
de ciudades ilusorias.

En ellos destilan
sus eternos aromas
los vergeles agrestes
del pasado sin forma.

Y van por los espacios
que han quedado abiertos,
y también van por aquellos
que han quedado cerrados.

Suya es la última risa
del tiempo lisonjero,
y suya es la lágrima
que seca al desierto entero.

martes, 1 de febrero de 2011

Gallardía

Las nubes se arremolinaban
sobre lo blanco del cielo,
torciendo un canto de lluvia,
domando vientos sin miedo.

La piedra se quedaba quieta,
sosteniendo en su lugar
a toda la faz de la tierra,
como si no pudiera dudar.

Las sombras se replegaban
asustadas de la tormenta
hacia el gris lavado
de la tarde incierta.

Y la cuerda resonaba
con el último acorde
de las gotas que caían
de celeste desorden.